Caída de órganos pélvicos

En los últimos años, el tema de la caída de órganos pélvicos ha ganado una gran atención entre los profesionales de la salud. Esta condición se produce cuando los músculos y ligamentos del suelo pélvico se debilitan, lo que resulta en la caída de los órganos pélvicos hacia el canal vaginal.


Los órganos pélvicos son aquellos que están situados en la parte inferior del abdomen e incluyen el útero, los ovarios, la vejiga, la uretra, el colon y el recto. Desempeñan un papel importante en la reproducción, la digestión y la excreción.


Por lo que la caída de estos, puede causar una serie de síntomas y complicaciones, desde dificultad para orinar o defecar hasta dolor e incomodidad durante las relaciónes sexuales. Aunque la caída de órganos pélvicos afecta principalmente a las mujeres mayores, también se ha observado en mujeres más jóvenes, incluso en aquellas que nunca han tenido hijos.


Esto se debe a que hay muchos factores que contribuyen a la debilitación de los músculos y ligamentos del suelo pélvico, como el aumento de peso, el embarazo, el parto, la cirugía, el envejecimiento y los trastornos hormonales. Aunque la caída de órganos pélvicos no puede curarse por completo, hay algunas cosas que se pueden hacer para prevenir la progresión de la condición y aliviar los síntomas.


Estos incluyen realizar ejercicios regulares del suelo pélvico para fortalecer los músculos, mantener un peso saludable, evitar los movimientos bruscos o incluso usar un dispositivo de soporte interno para mantener los órganos en su lugar, como los pesarios, que son dispositivos plásticos pequeños y flexibles que se colocan en la vagina. Todos los pesarios están hechos de un plástico fuerte y flexible, pero al igual que los zapatos, vienen en diferentes formas y tamaños.


En casos más graves, se puede recomendar una cirugía para reparar los músculos y ligamentos afectados. Dependiendo si solo fue el útero u otros órganos los que resultaron afectados, se puede recomendar la mejor opción de cirugía.


Si el prolapso no se trata, puede provocar problemas como el desequilibrio hormonal, el dolor pélvico crónico, la incontinencia urinaria o fecal, la disfunción sexual y la infertilidad.